miércoles, 8 de septiembre de 2010

El Peregrino Belga (Cuento)

El peregrino se perdió entre San Juan de Ortega y Burgos, concretamente en Olmos de Atapuerca. Preguntó a un lugareño, sordo como una tapia, que le indicó el camino opuesto. Siguió andando, rezando y con los pies encallecidos y tardó casi 100 Kms en darse cuenta de que por su camino no iba nadie salvo él. Era belga, de Durbuy y un programa de televisión local le sirvió de llamada para emprender su aventura.

Volvió a preguntar en una gasolinera y un joven que despachaba, con una sonrisa de oreja a oreja, le conminó a seguir hacia el este.

El peregrino dormía bajo las estrellas y al alba continuaba su camino. Durante más de 30 días su andar cansino por montes y veredas le iba llevando a rastras y no se atisbaba ninguna señal que lo orientara.

Había oído hablar de la dureza del recorrido pero en su ignorancia nunca pudo imaginar que aquella fuera tanta.

Acabó en Cartagena. Entró en la ciudad, se sentó en la terraza de un bar y pidió una cerveza. Siguió andando hasta el puerto y bordeándolo, se dirigió a la playa de la Cortina donde alivió sus pies en el agua.

En la playa, un letrero grande y con letras de colores anunciaba: Casa Santiago. Comidas caseras.  

¡Por fin he llegado! Gritó para sí el peregrino.

(Manolo "Mismo")

1 comentario:

  1. Jajajaja, que bueno. He llamado al bar y me han confirmado la historia. Nunca consiguió salir de Cartagena y hoy es ayudante de cocina. Dice que estaba predestinado a servir al Santo y ahí se quedó.
    http://www.paginasamarillas.es/fichas/ig/santiago-bar-restaurante_005626981_000000001.html?site=xrhoy&sec=home&fmt=DAT&docn=691f8c0aef8920d6c188f8ac89252969731dbd3adebfac870cf0ade3214f124f51a3f8225cdbe886&ip_usuario=83.57.209.175&cod_producto=&contrato=005626981-000000001&anuncio=&id_busq=xpao80445504602944220755868713704770308&posicion=6&IPalianza=193.203.119.41&t=IG

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